FELIX ANTONIO CASTILLO
FLORES

- CUADERNO
DE POESIA: "PREGUNTAS AL SILENCIO"
-
- I
-
-
- No,
- ha llegado la hora Señor
- de pedirte
- lo que no has creado.
- No,
- ha llegado la hora, Señor
- de pedirte
- una prórroga de tiempo
- para decir adiós.
- No,
- ha llegado la hora Señor,
- de decirte
- una mentira
- de tantas dichas en tu nombre.
- No,
- ha llegado la hora, Señor,
- de danzar desnudos
- tomar el árbol
- a través de la lluvia, el sol,
- del frío y de la noche.
- No,
- ha llegado la hora, Señor,
- de parir los hombres y no Dios.
- Dios se ha cansado en tu nombre, Señor.
- No para ni un universo más
- para los huérfanos
- de espacio y de tiempo.
- Ha llegado la hora, Señor,
- de no ser más prisioneros de sí mismo.
- ¡Viva la libertad de decirte lo no dicho!
- amemonos.
-
-
- III
-
-
- Y ahora, después de la lluvia,
- ¿qué estoy esperando?.
- Gira, gira, gira
- y el centro no es más el sol
- los insomnios se roban todos los espacios
- la prensa jamás hablar de ello
- la llegada y la partida
- seguiran siendo puntos de una línea
- que no sé dónde comienza ni dónde termina
- no importa que no sea un titular
- o por suerte
- las estrellas siguen celosamente nuestros pasos
- no me mires,
- no sé donde refugiar mi mirada
- que se disemina en las estrujos de amores sin prostitutas
- ¿de qué hablar?,
- no escribo para un periódico.
- Gira, gira, gira
- el paso sobre el silencio
- la música sobre el cuerpo y el recuerdo
- es la memoria del olvido
- la pretensión de grabar en la piel
- el temblor de otras madrugadas
- que justificaban el amor.
- El periódico no habla de amor,
- al menos no usa esa palabra en serio
- ¿de qué habla?
-
- son titulares agrietados, ajenos...
-
-
- VI
-
-
- no me quites la locura
- la vida termina
- a pesar de los mortales
- que la llevamos a cada paso
- a la monotonía
- a la uniformidad
- a la orden,
- que no detiene la muerte
- solo roba la locura
- ser intensos
- inocentes
- segundo a segundo
- en brazos del amor.
- no me quites la locura.
-
-
- VIII
-
-
- Las calles son espacios donde se esconden
- los silencios de los ojos, la boca y las manos;
- son los laberintos donde se pierden
- los pasos, las miradas, los tiempos,
- son los escondrijos del miedo, el olvido, del no regreso.
- Las calles son el no vivir, si no estás muerto,
- el no ver, si no estás ciego,
- el no oir, si no estás sordo,
- el no hablar si no eres mudo,
- es el no ser si eres las calles.
- Amanecer no es mirar al sol con los ojos cerrados.
- Estar cuando parte el tren no es la espera.
- Las calles son un túnel donde pasan las manos de un
retorno incierto.
-
-
- IX
-
-
- derrumbes,
- cada segundo de esta vida
- y es vacío lo que tengo y doy,
- es lo que como y cago,
- estoy con miedo,
- me duele la vida y no la encuentro
- donde la olvido tanto.
- El mar se espanta ante el diente de perro,
- recoge los despojos avinagrados
- de los falos y las putas.
- Caminamos al borde de la muerte
- cada día.
- (y es que no estamos muertos)
- nos absorbe la risa.
- El mar se espanta cuando los dientes
- muerden la espuma;
- ¿en qué momento se apagar
- la vela que marca nuestros pasos?
-
-
- CUADERNO
DE POESIA: "PREGUNTAS DISTANTES"
-
- II
-
-
- prado.
- parqure de los leones.
- memoria de ana teresa.
- cuatro chicos caminan en fila india bajo una capa azúl.
- húmeda la habana.
- Las luces se inmiscuyen en las seis de la tarde.
- va cayendo poco a poco.
-
- a veces creo estar nuevamente dentro del calor de mi madre.
- ani.
- me recojo sobre mi cuerpo.
- caliento mis piernas con mis brazos.
- sueño.
-
- el mar.
- ¿la mar?.
- yemay azúl tierno de mi camino.
- el agua choca contra las rocas.
- salta, violencia de un beso robado a la última luz.
-
-
- IV
-
-
- salí a la calle;
- en cada esquina encontré tus pasos,
- en cada vuelta tu voz entró en el viento,
- en cada sitio tu olor grabó un misterio.
-
- salí a la calle
- a encontrar tus ojos
- y tu mirada, en cada casa, breve,dejó una huella,
- cada sonido fue tuyo un tiempo.
-
- salí a la calle
- y estuvo la gente
- un hombre, solo,
- el silencio.
-
-
- V
-
-
- ¿qué busco entre tanto viejo tanto visto y oído?
- ¿entre tanto andado qué busco?.
- ¿qué pierdo en estas hojas que mis dedos repasan inertes?.
- ¿qué tanto y qué poco de tí?,
- ¿qué silencio adolorido inunda mi dentro?,
- ¿qué silencio aturde la ausencia de tu cuerpo?.
- ¿en mis manos?
- ¿en mi boca?
- ¿en mis ojos?
- ¿qué yo siento?.
-
-
- VII
-
-
- Soledad,
- estar sin tí,
- sentir miedo;
- la soledad no es inocente,
- es vivir con el sol
- es vivir sin el sol
- la noche la luna estrellas
- es la madrugada
- miedo o alegría
- es también soledad
- verte oirte tocarte olerte sentirte
- lejos
- la soledad de las manos
- una calle dibujada en silencio,
- el universo,
- dentro de sueños azules
- edificios derruidos en el pecho
- los puentes arden
- tras de tí
- los perros
- en la pira del olvido
- soledad.
-
-
- X
-
-
- Esta debería ser la hora del silencio y la ensoñación.
- Debería ser el momento de comunión con el alma.
- Los caprichos de la vida nos agotan y es la madrugada un
refugio de gritos que erotizan la ausencia de tí.
-
- Ya no estás más y sigo guardando tu partida para los
momentos en que me quedo solo.
- El regreso no fue la felicidad aunque quise creerlo,
- fue tu pérdida total, tu decir adiós y un día no estar más.
-
- El regreso es un abismo. En el fondo brilla la luz de tus
ojos.
-
-
- XI
-
-
- La noche es una yegua plateada,
- me lanzo a cabalgar.
- La noche es una yegua
- encabritada entre mis piernas,
- los sueños son el pasto de mis silencios.
- No soporto el tiempo
- para cabalgar en tanta lumbre.
- Tú estás al final de la luz,
- tú eres el pasto de mis miedos.
- La noche es una yegua
- bebiendo la esperanza de tus ojos
- tan lejos.
-
-